La entrada en vigor de la nueva Ley de Viticultura de la Federación Rusa en el próximo mes de junio podía limitar la entrada de vinos a granel en ese mercado, aunque se está planteando un periodo transitorio. Hay que recordar que España es el primer proveedor europeo de graneles de vino hacia ese destino.
El pasado 18 de diciembre, el Parlamento ruso (Duma) y luego el Consejo de la Federación días después aprobaron la Ley de Viticultura y Enología de la Federación Rusa, cuya entrada en vigor se prevé para el próximo 26 de junio.
Según la Alianza de Comercio Ibero-Rusa (ACIR), a la que hace referencia el Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV), la nueva ley define el concepto de “vino” como producto de la fermentación de uvas frescas, prohibiendo el uso posterior de los conceptos “vino de fruta”, “vino de baya” y otros vinos. Solo si el vino está 100% hecho de uvas rusas, se marcará con un término especial: “vino de Rusia”.
Salvo cambios, prohíbe el uso tanto de mosto de uva, como de vino importado a granel para producir “vino” en Rusia. La mezcla de vino ruso y de vino importado no se denominará “vino”, sino “bebida que contiene uva” y, al menos, el 20% del área de dicha botella estará ocupada por una etiqueta con la inscripción “No es vino”.
A su vez, el mosto de uva (“vinomaterial”, en ruso) se considerará el vino a granel, vino fortificado a granel antes de ser embotellado en envases de consumo para la venta al por menor.
Esta medida, junto a algunas otras, pretende potenciar la producción local de vino y, como es lógico, causa serias preocupaciones a los importadores y distribuidores de vino en ese país y, de forma especial, a los exportadores españoles. No obstante, parece que existe un acuerdo, al menos, para que la entrada en vigor de esta disposición se realice de forma paulatina en un periodo transitorio de 3 años, con posibilidad, además, de contingentes anuales de importación.
Actualmente, España es el primer exportador de vino a Rusia, con un volumen de 124,7 millones de litros el pasado año, seguida de lejos por Italia, que exporta hacia ese destino algo menos de 90 millones de litros.
En términos de valor, en cambio, Italia facturó en ese mercado por importe de 301,7 millones de euros en 2019, frente a los apenas 167 M€ (+27,5% más que en 2018) que logró facturar nuestro país, de los cuales, 116 millones (+27,5%), correspondieron a vinos tranquilos envasados; 34 millones (+23,4%) a vino tranquilo a granel; apenas 16 millones (+24,9%) a vinos espumosos, y un millón (+31%) a vinos envasados en “bag in box”.
Según el Observatorio, es en las ventas de vino a granel, donde el efecto puede ser más notable si, finalmente, la nueva Ley de Viticultura y Enología rusa entra en vigor, tal y como está redactada en la actualidad.
De los 447 Mltr de vino que Rusia importó en 2019, fueron a granel unos 116 millones por importe de 62 M€ y a un precio medio de 0,54€/litro (frente a los 285 Mltr envasados y los menos de 45 millones de espumosos.
Más de la mitad de los graneles, con 64,7 Mltr, son vendidos por España en ese mercado, aunque con fuertes altibajos. En 2016, por ejemplo, llegaron a exportarse casi 104 Mltr de vinos a granel de origen español, pero en 2018, cuando subieron los precios, bajaron hasta solo 37 millones.
En valor, las exportaciones de vinos a granel español al mercado ruso durante el pasado año facturaron por importe de 34 M€, seguidas de las realizadas por Moldavia, que no llegaron ni a los10 millones de facturación.
Rusia es para la exportación vitivinícola española el 5º mercado más importante de vino a granel, por detrás de los cuatro grandes clientes-productores, como son Francia, Alemania, Italia y Portugal, por este orden.
Según la nota de ACIR, a la que se refiere el OEMV, el planteamiento de la nueva Ley rusa frente a la importación de vinos a granel está siendo muy criticado por distribuidores y otros agentes del sector, al no existir por el momento alternativas locales para su sustitución, lo que perjudicaría de manera importante al consumo de vino en Rusia y produciría un encarecimiento del vino local para sus consumidores.
Esta polémica está siendo seguida de cerca por las autoridades europeas y desde las oficinas del ICEX/Secretaría de Comercio española en Rusia, ya que podría derivar a medio plazo en un recorte de las ventas de vino a granel en ese destino y, en cambio, en una mejora para las ventas de vinos envasados y para mejorar el posicionamiento de los vinos españoles en general en un mercado con gran potencial, según el Observatorio.
La Semana Vitivinícola
0 comentarios