Hacia un escenario sombrío y con la esperanza del segundo semestre

By CLAUDIA CORIN - 11:57



La crisis del coronavirus viene a ser la puntilla a un sector como el del vino que había logrado estabilizar su comercio mundial por encima de los cien millones de hectolitros y que se enfrenta, tras un año de cosecha contenida y recuperación de precios, a un horizonte incierto como consecuencias de amenazas como el brexit, los aranceles de la Administración Trump, la nueva Ley del Vino de Rusia, que aún no entró en vigor pero trae nubarrones muy negros para el vino a granel, y las consecuencias directas de la actual pandemia.

Rafael del Rey, director del Observatorio Español del Mercado de Vino lamenta las consecuencias que puede tener sobre el sector, de manera inmediata, el coronavirus, que ha aplazado todas las ferias internacionales de referencia, ha paralizado el consumo en buena medida con el cierre de la restauración y ha ralentizado aún más las ventas a un destino como China, “que ya empezaba a mostrar señales de agotamiento”.

Las  pandemia actual ha ralentizado aún más las ventas a un destino como China, “que ya empezaba a mostrar señales de agotamiento”, afirma Rafael del Rey.

Del Rey considera que aún es pronto para calibrar las consecuencias del brexit sobre el sector, que ya sufrió de manera considerable con la depreciación de la libra, pero aún queda la batalla de la negociación que, en el peor de los escenarios, puede ser perjudicial para al sector del vino de la Unión Europea si el acuerdo no es bueno o se produce una salida brusca y sin entendimiento entre las partes.

Tampoco ayuda al optimismo la situación de algunos países comunitarios, especialmente Francia y España, por este orden, con las tarifas arancelarias del 25% al vino por parte de la Administración norteamericana. La solución, en el mejor de los casos, puede darse a partir de mayo o junio cuando salga la sentencia del panel de la Organización Mundial de Comercio (OMC) sobre ayudas al sector aeroportuario en los Estados Unidos, el mismo motivo por el que nos encontramos ahora sancionados. Ese escenario abriría una nueva negociación y una pequeña rendija a la esperanza.

Preocupa también la iniciativa rusa de preparar una nueva Ley que, en principio, prohibiría las compras de vino a granel en el extranjero, una situación compleja de admitir en un país con una baja producción de vino. Aún es tiempo de modificaciones y el sector se encuentra expectante al respecto.

Puede que la situación cambie a mejor en el segundo semestre del año, y se recupere parte del terreno perdido así como los mercados de Canadá o Japón, que iban como un cohete.

China, por su parte, era hasta hace poco un buen mercado para el vino, pero esa tendencia se quebró considerablemente el año pasado y se ha agravado aún más con la crisis del coronavirus. Si a esto le añadimos la escasa operatividad del transporte marítimo, agravado por la situación de parálisis internacional por la pandemia, la situación a corto plazo no es demasiado halagüeña.

Cabe pensar, eso sí, y el propio Rafael del Rey lanza un moderado mensaje de esperanza que la situación cambie a mejor en el segundo semestre del año, se recupere parte del terreno perdido y mercados como Canadá o Japón, que iban como un cohete, ayuden a paliar en la medida de lo posible el escenario actual.


José Luis Murcia
Periodista. Presidente de AEPEV-FIJEV
lagacetadelvino

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