La 4ª Conferencia Mundial sobre Enoturismo, organizada por la Organización Mundial del Turismo (OMT) y el Gobierno de Chile, concluyó con una recomendación de utilizar la capacidad única del sector para rejuvenecer y apoyar a las comunidades rurales. Este evento, que tuvo lugar en el Valle de Colchagua, hogar de algunos de los mejores productores de vino de Chile, contó con la presencia de más de 400 participantes provenientes de Argentina, Estados Unidos, España, Francia, Italia, Portugal y Sudáfrica, para explorar las numerosas oportunidades que el enoturismo representa.
Según una nota de la propia OMT, el evento fortaleció los lazos entre esta organización multilateral y Chile, un país miembro desde el año 1979.
La semana previa, este organismo especializado de Naciones Unidas (ONU) destacó también el papel del turismo como un agente clave en la agenda de sostenibilidad, durante la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP25, celebrada en Madrid bajo la presidencia de Chile.
Al dar la bienvenida a los delegados, el secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili, afirmó que “el enoturismo crea empleos y oportunidades de emprendimiento. Este tipo de turismo está vinculado a todas las áreas de la economía regional, a través de sus vínculos con la artesanía, la gastronomía y la agricultura. Ahí radica su gran potencial para generar oportunidades de desarrollo en destinos remotos”.
Al respecto, el ministro chileno de Economía, Fomento y Turismo, Lucas Palacios, manifestó que “el turismo enológico sigue creciendo, gracias al empuje de los viñedos que van cada vez más lejos, ampliando sus horizontes más allá de la producción y la venta de vino. Pero también es gracias a que desde el Estado hemos implementado una política pública que fomenta el desarrollo turístico sostenible, donde tenemos un tremendo potencial.”
Por su parte, la subsecretaria de Turismo, Mónica Zalaquett, dijo que “esta es una oportunidad de mostrar nuestro territorio. Hoy son más de 100 viñas abiertas al enoturismo y este congreso trata de eso. Se van a transferir conocimientos, compartir experiencias, propiciar diálogos y entregar herramientas, para que mejoremos esa oferta enoturística.”
La cuarta edición del evento anual más importante sobre enoturismo se centró en la capacidad del sector para transformar las comunidades rurales, construir economías y crear empleos fuera de los centros urbanos.
Además de las sesiones sobre turismo como motor del desarrollo socioeconómico rural, la conferencia también presentó talleres y debates sobre cómo los destinos pueden diversificarse para adaptarse a los cambios de demanda de los consumidores.
Al mismo tiempo, los expertos de la OMT explicaron los beneficios potenciales de adoptar la transformación digital y el espíritu empresarial en el turismo, particularmente en las zonas rurales.
La región de Alentejo, en Portugal, será la sede de la edición 2020 de la Conferencia Mundial de la OMT sobre Enoturismo.
El año que viene también será el año de la OMT de “Turismo y desarrollo rural”, con una serie de eventos temáticos especiales planeados.
Valle de Colchagua
Tras el éxito de las últimas 3 ediciones de la Conferencia Mundial de la OMT sobre Enoturismo, la 4ª Conferencia Mundial sobre Turismo Enológico de la OMT tuvo lugar del 4 al 6 de diciembre en el Valle de Colchagua, Chile, organizada en colaboración con el Gobierno de Chile. El valle de Colchagua es una zona histórica y agrícola por excelencia, ubicada aproximadamente a 180 kilómetros al Sur de la capital, Santiago. Gracias a la calidad de sus suelos y microclima, este valle destaca por su riqueza, dando origen a un terroir fecundo y donde se producen parte importante de los vinos más famosos de Chile.
Esto, combinado con una estrategia comercial persistente y focalizada, han posicionado internacionalmente al valle de Colchagua y al país como un destino enoturístico de gran relevancia.
Adicionalmente, en términos de innovación, los enólogos independientes de Chile destacan por su continuo desafío a la vinificación más tradicional, siendo capaces de crear nuevas mezclas, revivir antiguas cepas e incluso poner en marcha prácticas agrícolas biodinámicas, secas y orgánicas.
Bajo el lema “Co-creando Experiencias Innovadoras”, la Conferencia de este año analizó cómo desarrollar nuevas e innovadoras experiencias de enoturismo, a través del dominio de la generación conjunta, la transformación digital, los conocimientos del consumidor y la colaboración.
La Conferencia incluyó talleres sobre cuatro temas que brindaron a los participantes la oportunidad de explorar a fondo los temas abordados en las sesiones y compartir e intercambiar ideas de manera interactiva.
La Semana Vitivinícola
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