Las representaciones de pobreza y riqueza en los medios populares son bastante sencillas y exageradas. Pero de dónde salieron?
Cuando se trata de la vida cotidiana, la pobreza puede ser un poco menos directa. Mientras que Mark Zuckerberg vale más de 70 mil millones de dólares y elige usar una camiseta gris para trabajar todos los días, hay algo detrás que la sencillez de la vestimenta.
Un estudio de la Universidad de Toronto, publicado en la Revista de Personalidad y Psicología Social, afirma que encontrar los ingresos de alguien es tan fácil como mirarlos en la cara. La gente utiliza esas impresiones de forma sesgada, juzgando las caras ricas como las que contratan para empleos en lugar de los pobres, dijo el profesor asociado Nicholas Rule y la estudiante de posgrado Thora Bjornsdottir de la Facultad de Artes y Ciencias.
Usando un ingreso familiar anual promedio de aproximadamente $ 75 mil dólares como punto de referencia, los investigadores agruparon a un grupo de voluntarios con ingresos familiares menores a $60 mil y más de $ 100 mil, luego los hicieron posar para fotos con rostros neutrales sin expresión.
El estudio reunió a 81 estudiantes canadienses de pre-grado, quienes observaron 160 cuadros de caras de personas entre 18 y 35 años de varias ciudades diferentes en los Estados Unidos.
Luego pidieron a un grupo separado de participantes que miraran las fotos y, usando nada más que su intuición instintiva, decidan cuáles eran “ricos o pobres” simplemente mirando las caras. Cada uno de ellos logró determinar quiénes pertenecía al grupo de ricos o pobres en un nivel que los investigadores dicen que excede las posibilidades al azar.
El reconocimiento facial está cableado en el cerebro
Los resultados no se vieron afectados por la raza o el sexo de la cara ni por el tiempo que se les dio a las personas para estudiarlos.
“HAY NEURONAS EN EL CEREBRO QUE SE ESPECIALIZAN EN RECONOCIMIENTO FACIAL. LA CARA ES LO PRIMERO QUE NOTAS CUANDO MIRAS A ALGUIEN “, DICE RULE.
“Vemos rostros en las nubes, vemos rostros en tostadas”.Estamos algo cableados para buscar estímulos parecidos a los de una cara. Y esto es algo que las personas retoman muy rápido. Y son consistentes, que es lo que lo hace estadísticamente significativo “
Para los psicólogos sociales, la cara es un lugar
El estudio de las clases sociales como una corriente oculta en la psicología y el comportamiento es cada vez más reconocido, dice Rule. Y con 43 músculos concentrados en un área relativamente pequeña, las señales faciales son una de las áreas más intrigantes en este campo.
Su conclusión es que las emociones ocultan los hábitos de expresión de toda la vida que se graban en la cara de una persona incluso a fines de la adolescencia o al inicio de la edad adulta, como la felicidad frecuente, que está asociada estereotípicamente con ser rico y estar satisfecho.
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