7 errores que probablemente cometes al (no) beber espumosos

By CLAUDIA CORIN - 11:45



Los champanes, cavas y los espumosos en general, están entre los vinos más divertidos y versátiles.

Por otra parte, puedes encontrar espumosos disfrutables en un rango de precios súper amplio, accesibles a cualquier bolsillo, con niveles de calidad más que aceptable.

Recuerdas la última vez que tomaste un vino espumoso?

Probablemente no hará mucho, porque las fiestas de Navidad están cercanas. Sin embargo, si te preguntaras cuándo fue la vez anterior, seguro que te estaría poniendo en un problema.  A que no te acuerdas?

En cierto modo, la razón del escaso consumo de cavas y champanes se debe a que no se sirven y beben correctamente. También, por lo desconocido y encasillado de estos vinos.
Ten en cuenta que como vinos que son, los buenos tienen la característica común a los vinos de calidad.

Se trata de vinos, un poco especiales, pero vinos al fin y al cabo.

Errores que puedes cometer sobre los espumosos:

1. LIMITARLOS A CELEBRACIONES

En parte lo escaso del consumo de vinos espumosos se debe a lo encasillados que están, especialmente en España, aunque estoy convencido de que habrá muchos países con estadísticas similares.
Una botella de cava se descorcha en las celebraciones de Navidad y muy rara vez cuando hay alguna celebración muy especial. La mayoría de edad de un hijo, la finalización de una carrera universitaria y eventos como ese, son habituales para dejar salir unas burbujas.

Recuerdas la última vez? Seguro que fue una ocasión alegre y divertida.

Estos vinos tienen un algo especial, una chispa que hace que en cuanto se oye el pop que suena al descorchar, se desplieguen sonrisas. Las burbujas en la boca hacen que se levanten los ánimos.

Por qué limitarlos a eventos tan puntuales?
Estos vinos pueden transformar cualquier situación en algo especial. Por qué no usarlos?

2. MARIDARLOS MAL

Uno de los problemas que tienen estos vinos es que normalmente se desconoce la inmensa posibilidad de combinaciones con comidas diferentes que tienen.

En España, se solía descorchar una botella de espumoso de no muy buena calidad, normalmente semiseco, para acompañar los postres y brindar tras las campanadas de año nuevo.
Eso ha creado el convencimiento generalizado de que los espumosos sólo son para acompañar los postres.

Nada más lejos de la realidad. Los cavas y champanes que más se beben, brut nature y extra brut, con muy poco azúcar residual y una acidez importante, no combinan de ninguna de las maneras con comidas dulces. Es más, sólo de pensarlo se me cierran los ojos.
En Cataluña, la tierra de los mejores cavas, aunque ya se están haciendo cavas de buena calidad en Requena, estos vinos se combinan con un sinfín de platos.

Un buen arroz en paella o a banda, por ejemplo, un guiso marinero, incluso las carnes blancas son ideales para acompañarlos con un cava seco, ya sea blanco o rosado. Por no hablar de los aperitivos, que en Francia casi exclusivamente se acompañan con cremants o champanes.

3. BEBERLOS DEMASIADO FRÍOS

Los espumosos son vinos y como tales para disfrutarlos hay que apreciar sus aromas tanto en la nariz como en la boca. Para eso no pueden estar muy fríos. 

Los aromas del vino los aprecias, porque las sustancias volátiles que tienen se evaporan con la temperatura. Si están demasiado fríos nos parecerán vinos planos y sin personalidad.

Cuándo interesa que un vino esté muy frío? Cuando no queremos que se aprecien sus aromas, porque es mejor esconderlos.


Sin embargo, si el cava que bebemos es de calidad hay que dejar que se exprese. Llevarse a la nariz un buen espumoso es para cerrar los ojos y dejar que te transporte.

En la boca, un espumoso a su temperatura correcta de servicio, nos impresionará con sus aromas a manzana, crema, repostería y frutos secos. No hace falta que identifiques todos, simplemente siente su sabor con un mínimo de atención y alucinarás.

Entre siete grados, para los más sencillos y doce grados para los champanes y cavas más exclusivos son temperaturas a las que estos vinos te sorprenderán.

4. ELEGIRLOS MAL

Otro problema de estos vinos es pensar que todos son iguales. 

Algo de fruta insuflada con levaduras industriales y una acidez desmarcada son las escasas características normales de estos vinos. Vamos, como un refresco de lata con burbujas.

5. CONSERVARLOS EN MALAS CONDICIONES UNA VEZ ABIERTOS

Otro de los problemas con estos vinos es que cuesta trabajo abrir una botella porque se estropea con facilidad, una vez abierto.

Es cierto que si la botella se deja abierta, incluso conservándola en el frigorífico, el vino pierde el gas. Esto hace que se quede sin ninguna gracia y no merezca la pena beberlo.

Los aparatos que hacen vacío en la botella tampoco sirven, ya que al extraer el aire del interior sacamos también el carbónico disuelto y de la misma manera desgraciamos el vino.
Unos tapones especiales, normalmente de acero con dos alas que se fijan en la parte inferior del labio de la botella, que impiden la salida del gas.
Una excusa menos para no disfrutar estos vinos increíbles!

6. CONOCERLOS POCO

Otro de los problemas de estos vinos es lo desconocidos que son y lo poco que se sabe de la diversidad de estilos y calidades que tenemos disponibles.

Hay muchos espumosos que se elaboran dejando algo de azúcar residual, para hacerlos más fáciles de beber. Una de las razones, también, es que en el Reino Unido este tipo de vinos afrutados y algo dulces se venden muy bien.

Para saber la cantidad de azúcar máximo que puede tener un espumoso sólo hay que ver la etiqueta. En Francia y España la clasificación es idéntica.

Brut Nature o Brut Zéro (menos de 3 g. de azúcar por litro)
Extra Brut (menos de 6 g de azúcar por litro)
Brut (menos de 15 gramos de azúcar por litro)
Extra Seco (12 a 20 gramos de azúcar por litro)
Sec0 (17 a 35 gramos de azúcar por litro)
Demi-Sec o Semi-Seco(33 a 50 g de azúcar por litro)
Doux o Dulce (más de 50 g de azúcar por litro)

En Italia los espumosos se elaboran con algo más de azúcar residual. La clasificación es:

Brut. Menos de 12 g/l.
Extra Seco. Entre 12 y 17 g/l.
Seco. Entre 17 y 32 g/l.
Semiseco. Entre 32 y 50 g/l.

En general, aún a riesgo de generalizar, los espumosos italianos tienen más azúcar y un perfil más comercial.
En todos los estilos puedes encontrar vinos de calidad y a tu gusto.

7. BEBERLOS EN COPAS POCO ADECUADAS


Beber en copas bajas donde la superficie de vino en contacto con el aire era mucha, se perdían aromas y el vino quedaba plano y sin posibilidad de disfrute.

De ahí pasamos a las que hoy más se ven, las que se llaman de tipo flauta. Visualmente están muy bien, ya que se ve el rosario de burbujas estupendamente. La estrechez de la boca hace que el gas fluya sin perderse con rapidez.

vinetur

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