Si detrás de cualquier organización existen personas, entonces es válido afirmar que para que una organización sea exitosa, esa organización debe contar con personas exitosas. Si es así, el asunto es que no solo se trata de tener a los mejores y más brillantes en los equipos de trabajo, sino que se trata más bien de tener a personas con un objetivo organizacional común y un equipo en cohesión. Así las cosas, los líderes de las organizaciones están llamados, no solo a reclutar equipos de trabajo sino a administrarlos y a hacer de sus equipos unos de alto desempeño. Para lograrlo, es necesario estar cerca de los equipos y que ellos se comuniquen correctamente dentro y fuera de la organización.
Uno de los principales desafíos de los líderes organizacionales es crear equipos de alto desempeño y administrarlos.
Para lograr este objetivo es necesario ir a la génesis del éxito. Esto es que los líderes realmente deben liderar y administrar los procesos de reclutamiento de sus organizaciones.
Conocer de primera mano y compartir con los candidatos los objetivos que la organización ha venido trazando en su planeación estratégica será la clave para empezar con el pie derecho. Ahora con el cambio generacional y con la claridad de lo que realmente quieren los colaboradores, es necesario comunicar con claridad cuáles son los objetivos de la organización y luego de ello analizar detenidamente si el posible empleado o colaborador o futuro líder de la organización, se siente identificado con esos objetivos. Por supuesto esta identificación es un trabajo en equipo en el que claramente el líder de la organización debe dirigir y administrar.
Una vez identificados los colaboradores la tarea es administrar el talento. Si existen objetivos comunes, deben existir objetivos individuales. Con esta claridad, el líder de la organización junto con su equipo de líderes debe diseñar y poner en práctica las métricas o medición e esos desempeños tanto individuales como grupales. En la columna de la semana pasada argumentaba que la forma de medición de la gente y del grupo de colaboradores conducía a su comportamiento tanto individual como grupal. Por eso es tan crucial es la administración del proceso de reclutamiento como la administración del mismo y si lo primero sale bien, pero las mediciones conducen a comportamientos individuales y que alimentan el ego de los colaboradores, tarde que temprano ello se verá reflejado en la cultura de la organización y por ende en sus resultados financieros.
Para lograr un equilibrio entre los beneficios económicos y una cultura organizacional sana, es necesario mejor la comunicación. Con el beneficio de la tecnología y el uso de ella de manera responsable se pueden lograr mantener una estrecha relación entre el desempeño de las personas y el cumplimiento de los objetivos de la organización. Evitar malos entendidos en las comunicaciones también debe ser una prioridad para los líderes. El uso de mensajes de textos y de comunicaciones sin contacto directo están llevando a la mayoría de las organizaciones a una comunicación interrumpida que se presta para malas interpretaciones. Creo que volver a lo básico, es decir a la comunicación personal o por lo menos por teléfono conlleva a un mejor entendimiento entre las partes.
Felipe Jánica - El Espectador
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