Buscan ponerle nuevo nombre a los vinos espumantes argentinos
By CLAUDIA CORIN - 11:41
Bodegas argentinas se plantearon un objetivo ambicioso: potenciar las exportaciones de vinos espumantes nacionales, un producto que todavía no tiene identidad definida en el exterior y que aún no mueve grandes volúmenes, dado que explica una pequeñísima fracción frente a los números que maneja la industria en general.
Según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), entre enero y octubre se despacharon 1,5 millones de hectolitros de vinos fraccionados. De ese total, los espumantes representaron apenas 1,8%.
Ahora, un grupo conformado por las bodegas más importantes de la industria, junto con técnicos de Wines of Argentina, el organismo responsable de promover la marca “Vino Argentino” en los mercados internacionales, están por comenzar a trabajar en una estrategia para posicionar al espumante nacional elaborado bajo método tradicional, es decir, aquel en el que la toma de espuma se realiza por una segunda fermentación en botella y no en tanques, como el que se realiza bajo el método Charmat.
Y un primer objetivo en el que comenzarán a trabajar en una próxima reunión que, tentativamente, tendría lugar el viernes próximo en Mendoza, consiste en definir un nuevo nombre o “nickname” para rebautizar al espumante que se elabora en el país.
“Tenés el Champagne que se hace en esa región de Francia, el Cava en España y el Prosecco en Italia… pero al producto que hacemos en la Argentina se lo denomina de la misma manera que al que se elabora en Chile o en Estados Unidos: espumante o sparkling wine. Por eso es importante que definamos un nuevo nombre que resuma la identidad de lo que hacemos en el país”.
El CEO de una reconocida bodega con fuerte presencia en este rubro coincidió: “Se hace difícil exportar más espumantes porque no existe una categoría. Encontrar un nuevo nombre que sirva para definirlo y que sintetice la identidad del método tradicional hecho en la Argentina sería muy positivo para la industria”.
Desde WofA indicaron que si bien se trata de un producto que mueve mucho menos volumen que los vinos tranquilos, “encontrar la vía para comunicarlo de una manera diferente seguramente ayudará a potenciar las exportaciones”.
“Lo importante es que tenemos bastantes bodegas haciendo cosas interesantes. De hecho, hemos traído importadores que, en un comienzo no estaban interesados en degustar espumantes argentinos pero se sorprendieron gratamente cuando los probaron e, incluso, activaron pedidos”, agregaron las fuentes de WofA.
En el sector hay consenso acerca de que la reputación de los espumantes nacionales está creciendo mucho a nivel internacional, pero coinciden en señalar que todavía es una categoría que está en etapa embrionaria y que necesita más camino por recorrer para incrementar el share en los mercados mundiales.
Por eso, uno de los puntos que se discutirá en el grupo denominado “Proyecto Espumante Argentino” es definir qué tipo de espumantes método tradicional apuntarán a potenciar con esta estrategia.
En ese sentido, el CEO de la bodega consultada afirmó que “tenemos que analizar si se elige finalmente un nuevo nombre y si se va a aplicar a todos los productos por igual o en función de algunas variables, como el lugar donde se elaboran y la forma en que se hacen, así como las variedades de uvas que se utilizan. Son todos temas que se pondrán en la mesa y que buscaremos definir en esta próxima reunión”.
Cabe destacar que entre 2005 y 2015 el sector creció exponencialmente: en volúmenes, se pasó de 22 millones a 49 millones de litros producidos. En tanto que de 61 establecimientos fraccionadores se concluyó el ciclo con 167.
Sin embargo, por problemas de competitividad cambiaría acumulados en los últimos años -que afectaron las exportaciones- y la baja del consumo que impactó en el mercado general de vinos, 2017 cerró con 133 empresas y un volumen total de 42 millones de litros de espumantes.
Ahora, las bodegas argentinas, junto con WofA, buscan reactivar este mercado.
Fuente: Iprofesional
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