La región cuyana ha sido sorprendida estas semanas con varios sismos importantes.
Lo que tenés que saber para estar preparado:
La provincia de Mendoza es una zona sísmica, por esto, y tomando en cuenta los temblores que surgen diariamente, la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza y Defensa Civil indican algunas medidas que la población debe tener en cuenta para estar preparada ante un eventual sismo de mayor magnitud.
Debemos conocer la infraestructura de la casa en la que vivimos, el lugar donde trabajamos, tener un Plan de Acción Familiar (PAF) y una Mochila de Emergencia. De esta manera reduciremos el peligro ante cualquier contingencia.
Si sabes qué hacer en tu lugar de trabajo, en la calle, en la escuela o en tu propio hogar, podrás salvar tu vida y también ayudar a otras personas ante una emergencia.
Plan de Acción Familiar:
Cada grupo familiar deberá organizar y confeccionar un Plan de Acción (PAF) en el que se destinen roles para cada integrante, ante la emergencia. Estos roles, deberán llevarse a cabo donde estén y organizarse padres, hijos y abuelos.
El PAF es un acuerdo muy importante, ya que debe involucrar a los miembros de la familia y responsabilizarlos. Para esto es importante el diálogo y el acuerdo ante las posibles emergencias que se produzcan, no solo con motivo de un sismo, sino también ante cualquier otro tipo de contingencias.
Se deberá elegir un punto de encuentro familiar, que sea seguro y que permita que todos se reúnan allí, en caso de que alguien no se encuentren en el hogar. Puede ser una plaza, un parque cercano, o algún sitio descampado. También, acordar un punto seguro para que puedan refugiarse quienes estén dentro del hogar.
Es importante que, al menos un integrante de la familia, conozca prácticas de primeros auxilios para ayudar a los lesionados. Deben planear quién se encargará de cortar la luz o el gas; tener matafuego a mano; conocer el lugar donde estará la mochila de emergencia y planear cómo poner fuera de peligro a los niños, ancianos y personas con discapacidad.
Las mismas recomendaciones serán aplicables a los grupos de trabajo, donde también se deben prever roles y preparar un kit de emergencias.
Tu mochila de emergencias:
Tener una mochila preparada previamente con determinados insumos puede ser de gran ayuda en situaciones de evacuación rápida. Te contamos qué cosas debes incluir en ella y dónde puedes dejarla.
La mochila de emergencia es una importante medida para estar prevenidos en el caso de un desastre natural. No sólo es importante en casos de sismos, también lo es en casos de inundaciones, incendios o situaciones donde es necesaria la evacuación rápida.
El objetivo es que la mochila nos pueda asistir hasta 72 horas, en casos de evacuación. Es importante que, la misma, sea cómoda, grande, pero que su peso no supere los 20 kilos. Lo ideal es un máximo de entre 12 y 15 kilos aproximadamente.
Dónde pongo la mochila?
La colocarás cerca de una salida común, a una altura menor a 1 metro. Puede ser detrás de algún mueble del living de tu casa o en un estante de fácil acceso. Lo importante es que, estés donde estés dentro de tu casa, puedas tomarla lo más pronto posible y salir.
Qué coloco adentro de la mochila?
Agua envasada y cerrada. Es recomendable tener 5 botellas de 500 ml. de agua sin gas.
Alimentos no perecederos enlatados, de preferencia porciones personales.
Una radio a pilas. Recuerda que probablemente no tengas señal de TV, internet o telefonía móvil, por lo que una radio a pilas será tu único medio de comunicación. Es recomendable asegurar las pilas con cinta adhesiva a la radio para que siempre estén juntas.
Una linterna. Guarda este elemento sin pilas y dispone de varios repuestos en sus envases originales.
Una navaja, que tenga abrelatas, sierra, cuchillo y de todo un poco.
Ropa abrigada o una frazada.
Un silbato. Servirá para dar señales de auxilio y dar a conocer tu ubicación.
Jabón líquido, alcohol en gel, barbijo y guantes resistentes.
Chocolate negro, ya que disminuye el estrés, levanta el ánimo, despabila y sube la presión.
Fósforos o un encendedor.
Un mapa de tu ciudad.
Un botiquín básico. Coloca algodón, gasa, antisépticos, alcohol, jabón, tijera (afilada), banditas adhesivas (curitas), termómetro, agua oxigenada. Si alguien en la casa tiene alguna enfermedad particular (diabetes, presión alta, problemas cardíacos, etc.) deberás poner en el botiquín la suficiente dosis para 3 días de tratamiento.
Dinero en efectivo, puesto que durante un desastre no estarán a disposición los cajeros automáticos ni el pago con tarjetas.
Otros: fotocopias de todos tus documentos (DNI, Pasaporte, Licencia de Conducir, Carnet de Obra Social, etc.). Además, conserva una lista con teléfono útiles.
Durante el sismo:
Conserva la calma. No permitas que el pánico se apodere de tu persona.
Tranquiliza a quienes estén a tu alrededor.
Ejecuta las acciones previstas en el plan familiar.
Dirígete a los lugares seguros previamente establecidos; cúbrete la cabeza con ambas manos, colócala entre las rodillas o ponte en posición fetal, cubriéndote la cabeza.
Se ha comprobado que cuando las paredes o techos caen, queda una zona de sombra que constituye un hueco en el que puedes salvarte de un eventual aplastamiento.
No utilices ascensores.
Aléjate de los objetos que puedan caer, deslizarse o quebrarse.
No te apresures a salir. El sismo dura sólo unos segundos y es posible que termine antes de que lo hayas logrado.
Cierra las llaves del gas, corta la luz y evita prender fósforos, encendedores o cualquier fuente de incendio.
Ten cuidado, porque a veces el sismo puede no ser muy intenso y ser precursor de uno mayor, por lo que debes actuar en consecuencia y no confiarte.
Ejecuta el plan previo sin distracción. La mayor parte de las víctimas se producen por colapso de paredes, techos, vidrios y objetos cortantes o pesados que se caen.
Después del sismo:
Evita perder el tiempo reuniendo las pertenencias personales.
Evita correr y gritar.
Verifica si hay lesionados, incendios o fugas de cualquier tipo. De ser así, llama a los servicios de auxilio.
Usa el teléfono sólo para llamadas de emergencia.
Escucha la radio para informarte y colaborar con las autoridades.
Si es necesario evacuar el inmueble, deberá hacerse con calma, cuidado y orden, según las instrucciones de las autoridades.
Reúnete con tu familia en el lugar previamente establecido: el mismo, debe considerarse seguro, por ejemplo, un parque o una plaza.
No enciendas fósforos ni use aparatos eléctricos hasta asegurarte de que no hay fugas de gas. Transcurrido un lapso de tiempo, efectúa con cuidado una revisión completa de tu casa y mobiliario. No hagas uso de ella si presenta daños graves.
Limpia los líquidos derramados o escombros que ofrezcan peligro.
Debes estar preparado para futuros sismos (réplicas) generalmente más débiles, pero que igualmente pueden ocasionar daños adicionales.
Aléjate de edificios dañados y evita circular donde existan deterioros considerables.
No consumas alimentos ni bebidas que hayan podido estar en contacto con vidrios rotos o algún contaminante.
Ayuda a la gente que lo necesite y no propagues rumores.
No muevas a las personas seriamente heridas, salvo que haya evidencia de un colapso.
Busca o pide ayuda especializada.
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