La tecnología y la revolución digital han revolucionado las formas en las que podemos desarrollar nuestra profesión.
Un coworking puede ser un espacio muy beneficioso para hacer crecer tu proyecto, es flexible y además estarás rodeado de gente en las mismas condiciones. ¡Muy inspirador!
Los espacios colaborativos son el entorno ideal para las formas de trabajo actuales.
El siglo XXI y la transformación digital han consolidado nuevas formas de hacer negocios, que dan lugar tanto a nuevas formas de gestionar las tareas y organizar equipos de trabajo; como a colaboraciones inesperadas e incluso internacionales y remotas.
El autoempleo, el emprendimiento y el trabajo en remoto, están siendo las tendencias de empleo más destacables en los últimos años y las que sin duda han provocado el auge del trabajo colaborativo.
Una de las necesidades básicas de estos nuevos trabajadores, son espacios que reúnan los siguientes requisitos:
Espacio de trabajo compartido para reducir gastos.
Instalaciones de las que poder hacer uso para reuniones.
Ambiente de trabajo inspirador.
Compartir experiencias con personas involucradas en proyectos similares.
Ampliar contactos para futuros oportunidades de negocio.
Compartir sinergias para crear un ambiente colaborativo que beneficie a todos.
Aunque en la actualidad ya existen muchas formas de coworking en las que prevalecen diferentes objetivos, la idea del entorno colaborativo, es el alma máter con el que surgieron nuevos espacios alternativos a las oficinas convencionales. Una idea basada en el win to win y en conseguir beneficios y oportunidades para todos.
Coworking para trabajadores para el mundo
Porque, si algo positivo tiene la nueva era digital es que lo local es global y viceversa. Esto supone que la organización de trabajadores en comunidades localizadas en diferentes ciudades y países y la labor que realizan, tienen efecto y practicidad a nivel internacional.
Coworking y economía colaborativa
Otra de las bases del coworking se sustenta en la economía colaborativa y en el provecho de recursos.
Si estás comenzando a desarrollar tu propio proyecto de emprendimiento, es bueno que te plantees los gastos que puedes soportar hasta que obtengas beneficios, o la formación y los colaboradores que necesitas para darle forma a tu idea:
Quizás tu seas muy bueno desarrollando un plan de marketing para presentar ante posibles inversores, pero sin embargo, no acabas de conseguir que las imágenes que quieres usar en tu web reflejen los valores de tu idea, y el mayor problema es que con los recursos económicos que le puedes dedicar a este tema no consigues el resultado deseado.
Pues en un espacio de coworking donde se valore el intercambio de conocimientos, puede ser el lugar perfecto para ofrecer tu ayuda y conseguir colaborar con otros profesionales que mejoren la calidad de tu proyecto.
Deja atrás prejuicios del Siglo XX y ya acepta las nuevas realidades: los nuevos empresarios no buscan grandes despachos, sino espacios de inspiración en donde el coste no sea un lastre. Es una nueva forma de vivir.
Fuente: Universia México
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